El Cráneo de Piltdown

Hola a todos, soy José Manuel y en el día de hoy os voy a hablar de lo que, en mi opinión, ha sido una de las mayores farsas en la historia de la ciencia, y más concretamente, de la evolución.

Os hablo de lo que en un principio se había creído que era el eslabón perdido que relacionaba a los humanos con los simios: el Eoanthropus dawsoni, comúnmente conocido como el Hombre de Piltdown. Este supuesto hallazgo vio la luz en 1912, en Piltdown (Londres, Inglaterra), de ahí su nombre; a través de los arqueólogos C. Dawson y S. Woodward, quienes presentaron los fósiles (un cráneo, una mandíbula y dos dientes) en una reunión de la Sociedad Geológica de Londres en diciembre de ese mismo año.

El por qué de este descubrimiento se cree que está en el deseo, por parte de los ingleses, de llenarse de reconocimiento por encontrar su propio "hombre primitivo" tras el hallazgo, en 1907 en la ciudad alemana de Heidelberg, del Homo heidelbergensis, a manos de científicos alemanes, belgas y franceses; en una epóca ya de cierta tensión bélica.

Lo más asombroso de toda esta mentira, y que más me ha impresionado a su vez, es que coincidía con la teoría de Darwin al pie de la letra. Y es precisamente éste el motivo por el cual todo el montaje se creyó como cierto, aunque no por todos los científicos (ya que los ingleses se mostraban reticentes a dejar los restos para ser estudiados, dando siempre réplicas de los mismos para ello), durante varias décadas (incluso llegaron a "encontrar" los restos de un segundo hombre de Piltdown en 1915). Hasta que finalmente gracias a los avances en los métodos de datación, en 1953, tras reexaminarlos, se concluyó que había sido una falsa en toda regla, debido a que multitud de científicos probaron que los restos pertenecían a dos especies: por un lado el cráneo y los dientes eran humanos, y por otro, la mandíbula era de un simio. También comprobaron que los restos tenían unos 500 años de antigüedad y no 50.000, como habían sugerido. Con el paso de los años, se fue incrementando el número de implicados en esta trama.

Imagen de como sería el Cráneo de Piltdown

En mi opinión, es un tanto egoísta, así como poco ético y científico realizar un montaje para engañar a toda la comunidad científica y a toda una generación que podría haber empleado su vida laboral en investigar un callejón sin salida para llenarse ellos de gloria, así como el poder haber entorpecido el descubrimiento de otros restos y afectar así a la reconstrucción de la evolución humana.

¡Ésto es todo por hoy! Y para mis queridos lectores, espero que os haya gustado y que este pequeño resumen os ayude a conocer una de las mentiras más sonadas de la ciencia y que suponía nada más y nada menos que el descubrimiento del eslabón perdido en la evolución.